1. Filtraciones de aire y agua en el interior de la vivienda
Cuando durante una tormenta vemos cómo se mueven las cortinas teniendo la ventana cerrada o incluso entra agua al interior de la vivienda, existe un problema de aislamiento que además puede ocasionar corrosión en las ventanas de aluminio y putrefacción en las de madera acarreando como consecuencia graves problemas en su funcionamiento.
El efecto de corrosión es identificable en las ventanas de aluminio que se fijan con tornillos de acero donde el aluminio desaparece en torno al tornillo de fijación, o bien como causa de la salinidad del aire en zonas costeras o en grandes ciudades con alta contaminación ambiental con la consiguiente decoloración de la ventana.
Las ventas de PVC por el contrario no se pudren ni astillan. El PVC es un material sano e inerte, insensible a la contaminación por hongos y que gracias al uso de estabilizantes UV se eliminan los efectos de envejecimiento por lo que las ventanas de PVC no se ven afectadas por filtraciones de agua o viento, permaneciendo inalterables a lo largo de toda su vida útil estimada en un periodo de 50 años según el análisis de ciclo de vida.
Además, debido a su diseño mediante perfiles multicámara en su interior permiten evacuar el agua manteniendo el aislamiento global de la ventana.
2. Poca resistencia al viento
A pesar de que el aluminio es un material rígido y resistente, las ventanas fabricadas con perfiles de aluminio pueden ver mermada su resistencia debido a la corrosión galvánica que el paso del tiempo provoca en sus esquinas unidas con tornillos de manera mecánica.
El PVC sin embargo, destaca por usar un sistema de soldadura para unir sus esquinas, lo cual las hace totalmente impermeables a la entrada de viento, garantizando una resistencia de las ventanas de PVC muy superior a la obtenida con un par de tornillos como usan las ventanas de aluminio.
3. Problemas de condensación en la ventana
Cuando el mal aislamiento térmico permite que la superficie interior de la ventana alcance temperaturas muy bajas en invierno respecto al aire interior de la vivienda, el vapor de agua que se forma se depositará en la ventana provocando la condensación con ese desagradable efecto de ventanas mojadas.
Una ventana es una barrera que debe impedir la transmisión de temperatura entre el exterior y el interior de la vivienda. El aluminio, debido a su conductividad térmica, permite el intercambio de temperatura incluso en aquellas ventanas fabricadas con cámaras interiores. Para contrarrestar este efecto, los sistemas de perfiles de aluminio incorporan una rotura de puente térmico (RPT) que consiste en una banda plástica rígida integrada en el perfil lo cual afecta negativamente a la integridad estructural de la ventana. Como medida adicional, algunas ventanas de aluminio tienen además cámaras interiores pero debido a la conductividad térmica de este material, estas cámaras ganan o pierden temperatura fácilmente por lo que no se consigue el aislamiento térmico deseado.
Por el contrario, el PVC es un aislante natural que gracias a su eficaz sistema de juntas y a su diseño que incorpora cámaras que dividen el espacio interior de los perfiles, se impide que las temperaturas de frío o calor del exterior entren en contacto con el interior, creando una barrera térmica natural que permite mantener el confort en la vivienda.
4. Filtraciones de ruido
Que las ventanas de casa protejan del ruido de la calle es uno de los pilares sobre los que se sustenta el confort en la vivienda para nuestro cliente.
En el aislamiento acústico el vidrio juega un papel fundamental al absorber las vibraciones y ayudar a limitar la propagación del ruido, por lo que se recomienda el uso de vidrios con altos espesores.
Además del vidrio, usar un buen sistema de perfiles y prestar atención a la forma en que éstos se unen es fundamental. Comentábamos anteriormente el problema de corrosión que pueden sufrir las ventanas de aluminio cuyo deterioro permitirá filtraciones de ruido.
Los sistemas de perfiles de PVC sin embargo, debido a la hermeticidad de sus esquinas soldadas junto a su estabilidad estructural, permiten una atenuación acústica incluso en zonas con alta contaminación por ruido.
5. Falta de seguridad en la vivienda
La seguridad es otro de los factores claves para hacer sentir a nuestro cliente confortable en el hogar y aquí el vidrio, de nuevo, juega un papel fundamental.
El vidrio puede ser templado o laminado, siendo recomendable la utilización de éste último para mejorar la seguridad debido a su composición mediante la unión de láminas. Esto hace que el vidrio al romperse se fragmente en grandes trozos que permanecen unidos, por lo que el vidrio laminado es el indicado para protegernos ante la entrada de intrusos en nuestra vivienda y de sufrir accidentes domésticos.